viernes, 29 de octubre de 2010

Más razones para hablar de Competencias

España, la LOE y los Reales Decretos y Decretos.

A partir de esas recomendaciones del Parlamento Europeo la maquinaria legislativa española se pone en marcha.
La LOE introduce en el artículo 6 el término “competencias básicas” dentro del currículo pero no detalla cuales son esas competencias.
El siguiente paso son los Reales Decretos por los que el MEC establece las enseñanzas mínimas de las distintas etapas educativas. Aquí aparecen ya detalladas esas competencias con algunos cambios respecto a las aprobadas por el Parlamento Europeo. El primer cambio es meramente terminológico, las competencias clave pasan a llamarse competencias básicas. Este cambio no supone diferencia alguna en el sentido último de las mismas. El segundo cambio es en la denominación de algunas de esas competencias. En esencia son las mismas si bien unifica las lingüísticas en una sola y divide las científicas en dos y modifica la denominación de alguna otra.

1. Competencia y comunicación lingüísticas
2. Competencia matemática.
3. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico.
4. Tratamiento de la información y competencia digital.
5. Competencia social y ciudadana.
6. Conciencia cultural y artística.
7. Competencia para aprender a aprender.
8. Autonomía e iniciativa personal.

El Anexo I de esos Reales Decretos incorpora las competencias básicas e introduce una fundamentación teórica aceptable de lo que supone para la realidad escolar. Mientras que los Anexos II en el desarrollo de los contenidos de cada área, introduce la aportación de cada una de ellas a la consecución de las competencias.
Los Reales Decretos son de obligado cumplimiento para las comunidades autónomas aunque con un cierto margen para adaptar su contenido a la realidad de cada territorio. En general las comunidades autónomas recogen las competencias establecidas por el MEC con algunas excepciones, por ejemplo, en Andalucía, se ha tomado directamente la referencia del Parlamento Europeo (Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo de 18 de diciembre de 2006 sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente. El gobierno de Castilla-La Mancha, sin embargo, recogen las ocho competencias del MEC e introducen una nueva, la emocional.
1. Competencia en comunicación lingüística.
2. Competencia matemática.
3. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico.
4. Tratamiento de la información y competencia digital.
5. Competencia social y ciudadana.
6. Conciencia cultural y artística.
7. Competencia para aprender a aprender.
8. Autonomía e iniciativa personal.
9. Competencia emocional.

La ILE y los MRPs

Hasta ahora hemos ido viendo la propuesta de competencias como algo de alguna manera “impuesto”, ajeno a “nuestros intereses”, nos viene de lejos y lo percibimos como un aterrizaje forzoso sobe nuestra realidad que viene a generarnos ansiedad y a dejar las cosas como están. Eso sí, introduciendo una nueva terminología en nuestros papeles. Es así y no es así a la vez. El riesgo es tomar todo esto de manera prescriptita, disciplinadamente disciplentes, perdiendo todo el planteamiento de filosofía de la educación que podemos encontrar detrás de esta propuesta. Y esa filosofía no es sino la que podeos encontrar en los planteamientos educativos de la Institución Libre de Enseñanza, de las iniciativas modernizadoras del Instituto-Escuela de la II República y de los planteamientos tradicionales de los Movimientos de Renovación Pedagógica, y de las experiencias más certeras de la reforma educativa. Todo eso parece hoy diluido en el olvido, forma parte de un pasado que tampoco se ve como nuestro y, sin embargo, es lo mejor que hemos ido fraguando en nuestra historia. ¿Por qué ese olvido? Quizás porque nos interesa a todos, porque nos sentimos cómodos en el dominio de un pensamiento hegemónico que no nos exige, que se pierde en tecnicismos, en psicología y pedagogía de gabinete, que no nos lleva a implicarnos como personas y excluye la obligación del compromiso personal social.
La filosofía que traen consigo las competencias no nos es ajena, salvo que queramos que así lo sea, entronca con nuestra tradición renovadora, otorga argumentos legales para ésta y para reenganchar con ese movimiento renovador huyendo de la desidia y el desinterés. No es nada nuevo hablar de educar ciudadanos y ciudadanas para la vida, no es nada nuevo hablar de educar la persona en su totalidad, no sólo desde el aspecto cognitivo, intelectual. No es nada nueva la propuesta de integrar aprendizajes, de trabajar en equipo, de trabajar los valores, de acercar lo que hacemos en los centros de enseñanza a la realidad, de que estos estén a su servicio y no a la inversa. No es nada nuevo huir del extraño sociológico en el que nos hemos convertido, distante de la realidad profesional que nos ha tocado vivir. Son estos planteamientos filosóficos y pedagógicos los que vuelven ilusionante este proyecto y los que debemos contagiar (y contagiarnos). Somos nosotros, nuestra mejor historia la que se ve reflejada, se trata de una nueva oportunidad que hay que intentar aprovechar.

Inteligencias Múltiples

El concepto de competencia, como veremos, está en línea del de inteligencia planteado por Howard Gardner. Para él la inteligencia implica la habilidad necesaria para resolver problemas o para elaborar productos que son de importancia en un contexto cultural o en un comunidad determinada. Una capacidad para resolver problemas que permite abordar una situación en la cual se persigue un objetivo y determinar el camino adecuado que conduce a dicho objetivo. Pero el ser humano no posee una única y estandarizada inteligencia, cuantificable gracias a los test de CI que predicen el éxito escolar con gran precisión, pero que no dicen nada acerca del posible éxito futuro en una profesión determinada, ni de la capacidad de integración y socialización, ni de la capacidad de llegar a ser feliz. La inteligencia no es una habilidad sino que poseemos un conjunto de habilidades, talentos o capacidades mentales, que denominamos “inteligencias” y que todos poseemos en cierto y distintos grados. No podemos reducir la inteligencia a las capacidades lógicas y lingüísticas que simplemente resuelven problemas lógicos y lingüísticos y en muchas ocasiones en condiciones de laboratorio, el que representa la escuela. Es por ello que Gardner acuña el término de inteligencias múltiples que nos ayuda a entender mucho mejor el fenómeno complejo que representa el ser humano. Es esa complejidad la que pone de manifiesto el abanico de competencias. Tanto la teoría de las inteligencias múltiples como la de las competencias básicas tienen unas claras implicaciones educativas y curriculares, son esas implicaciones lo esencial de todo el proceso.
Gardner plantea ocho inteligencias:
1) Lingüístico-verbal
2) Lógico-matemática
3) Musical
4) Espacial
5) Cinético-corporal
6) Interpersonal
7) Intrapersonal
8) Naturalística
Todos tenemos las ocho inteligencias en mayor o menor medida, todas son igualmente importantes, el problema es que el sistema educativo no las trata así y se centra casi exclusivamente en las dos primeras.
Una posible relación entre competencias e inteligencias podrá ser la reflejada al final del párrafo. Se trata de una relación discutible en la medida en que también, de alguna manera, cada competencia tiene algo de cada inteligencia, la relación de inteligencias no pretende agotar la complejidad del ser humano, ni la de competencias los recursos para adaptarse a la vida con éxito. La misma tabla nos viene a poner esto de manifiesto. ¿No sería conveniente establecer una competencia cinético-corporal? ¿Plantean las nuevas tecnologías una inteligencia específica? Lo esencial del asunto es la interrelación que se da entre ambos conceptos, que nos encontramos ante el mismo reto educativo, que sus implicaciones son similares, que el fundamento principal que tienen las competencias básicas como elemento central de currículo escolar no reside en la fundamentación legal que puede ser otorgada por la Unión Europea, sino que se encuentra en la base psicológica y filosófica que da una explicación más certera de la realidad y que, por lo tanto, nos invita a construir desde nuevos cimientos una nueva realidad educativa.

1. Competencia en comunicación lingüística - Lingüístico verbal.
2. Competencia matemática - Lógico-matemática, Espacial.
3. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico - Espacial, Naturalística.
4. Tratamiento de la información y competencia digital.
5. Competencia social y ciudadana - Interpersonal.
6. Competencia cultural y artística - Musical, cinética.
7. Competencia para aprender a aprender - Lingüístico verbal, Lógico-amtemática y Espacial.
8. Autonomía e iniciativa personal - Intrapersonal, Interpersonal.
9. Competencia emociona - Intrapersonal, Interpersonal

No hay comentarios:

Publicar un comentario